Siguiendo con nuestro análisis sobre la sostenibilidad de los sistemas y materiales constructivos, veamos ahora los que se utilizan en las cubiertas. Para ello, y como siempre, ofrezco unas pinceladas sobre las condiciones básicas de sostenibilidad de los sistemas más comunes, con un breve comentario sobre la de los propios sistemas constructivos, y unos datos sobre la de los materiales.
Cabe recordar que para que un sistema sea “sostenible”:
La cubierta es una parte fundamental en la constitución del edificio, con sus requerimientos de:
A los efectos de su sostenibilidad, podemos considerar dos tipos tradicionales: inclinadas, con clara pendiente en sus faldones y funcionando como un “paraguas” (las más antiguas) y planas, fácilmente transitables y recogiendo el agua en sumideros (actualmente más aceptadas, y casi inevitables en grandes superficies).
• En las inclinadas, se trata de resolver el drenaje por pendiente, llevando el agua al perímetro o a limahoyas o canalones interiores.
El faldón inclinado puede ser estructural o superpuesto sobre la estructura horizontal.
La cobertura puede ser de tejas o de grandes placas solapadas; también, aunque poco corriente y menos seguro, de acabado continuo.
-El aislamiento térmico requiere importantes espesores de aislamiento y, preferentemente, cámaras de aire ventiladas, lo que resulta fácil con faldones superpuestos.
-Posibilidad de generación de energía con paneles o tejas fotovoltaicos en orientación Sur.
–Reposición de tejas, placas y, en su caso, elementos de drenaje.
–Limpieza general frecuente, especialmente de lima-hoyas, canalones y bajantes.
-Comprobación del funcionamiento de elementos fotovoltaicos.
–Tejas cerámicas, con un consumo de fabricación similar al indicado para los ladrillos de fachada, una durabilidad relativamente alta y una reutilización por machaqueo aceptable.
– Placas metálicas y de fibrocemento. Remito a los escritos sobre estructuras metálicas y placas, considerando la alta reciclabilidad de las chapas metálicas. En cualquier caso, se suelen utilizar paneles sándwich que mejoran el aislamiento, y las de fibrocemento se pueden utilizar directamente para la formación de los faldones superpuestos.
Por todo ello, podríamos decir que tiene una “sostenibilidad de grado medio”.
• En las planas se resuelve el drenaje llevando el agua a sumideros interiores, por lo que requiere una membrana impermeable en todo el faldón, que suele ser estructural. Pueden ser transitables, alojar numerosas instalaciones, o “verdes”.
-La estructura soporte, considerando las sobrecargas previsibles y las variaciones dimensionales por su nivel de exposición.
-La impermeabilidad de la membrana que, a su vez, depende de dos factores:
-Correcto drenaje; número y dimensión de sumideros, con rejillas anti-atasco.
-Control de la transitabilidad y de instalaciones.
-Generación de energía con paneles fotovoltaicos.
-Acción “verde”, con vegetación.
–Limpieza de sumideros.
–Reposición de la protección al punzonamiento.
–Comprobación de instalaciones, incluidos paneles fotovoltaicos.
–Control de la vegetación.
Actualmente los fabricantes tratan de conseguir productos con un mayor rendimiento (menos material), lo que reduce las emisiones de CO2. Las membranas termoplásticas de PVC y FPO, resultan más sostenibles, con menor potencial de calentamiento atmosférico y, por tanto, menor cantidad de huella de carbono.
-Posible generación de compuestos orgánico volátiles (ozono fotoquímico), especialmente en verano; también aquí las membranas de PVC y FPO son más ventajosas. Asimismo, algunos productos con dióxido de titanio, facilitan la descomposición de los óxidos contaminantes ambientales. Las cubiertas “verdes” mejoran claramente el medio ambiente.
-Por otra parte, la energía necesaria para calentar o enfriar los espacios que la cubierta encierra.
En general se construyen con poco aislamiento y sin cámara de aire, lo que las hace muy poco eficientes y genera un gran consumo de energía para alcanzar el confort. Además de mejorar estas condiciones (aislamiento y cámara de aire), también se pueden utilizar membranas o pinturas con un efecto termo-reflectante, evitando el calentamiento de la superficie y
logrando reducir la temperatura interior.
Por todo ello lo podemos incluir en el grupo de “sostenibilidad de grado medio”.
Dr. Arquitecto, Profesor Emérito en la Escuela T. S. de Arquitectura, Universidad Politécnica de Madrid. Premio al mejor libro de texto de la Fundación General de la UPM (Universidad Politécnica de Madrid – 1995).
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