Cada día aparecen nuevas soluciones tecnológicas que permiten mejorar nuestra calidad de vida y la funcionalidad de nuestros inmuebles. Desde las aplicaciones para controlar la iluminación y la calefacción hasta la monitorización de la seguridad, la automatización inteligente nos permite mejorar la eficiencia energética y proporcionar un mayor confort, entre otras ventajas. Por eso queremos contarte qué es la inmótica, cuáles son las diferencias principales entre la domótica y la inmótica y, sobre todo, cuáles son sus principales aplicaciones. ¡Sigue leyendo!
La inmótica se puede definir como la automatización integral de los inmuebles mediante la centralización de datos y el control inteligente de los mismos. Por tanto, este tipo de sistemas nos permite gestionar distintos elementos de nuestro inmueble independientemente de su tamaño y complejidad. La inmótica incorpora la domótica interna dentro de una estructura en red. En general, la inmótica permite utilizar la tecnología más avanzada para generar un ahorro energético considerable. Gracias a la inmótica podremos controlar y gestionar gran cantidad de elementos de cualquier edificio, lo que resulta especialmente útil en inmuebles de gran envergadura y terciarios.
Pese a lo que podamos pensar, la inmótica y la domótica no son sistemas antagónicos, sino que podríamos considerarlos un mismo denominador común, pero con algunas diferencias. En general, la principal característica que los diferencia es que mientras la domótica controla y gestiona las aplicaciones inteligentes para una vivienda, la inmótica controla y gestiona los sistemas automatizados de un edificio de mayores dimensiones y que no está destinado a la vivienda. Sin embargo, esto no quiere decir que no podamos aplicar los productos que utilizamos en la inmótica para nuestra vivienda, o vice versa. Ambos sistemas pueden complementarse y sus elementos pueden utilizarse en ambas situaciones. Otra de las diferencias fundamentales entre la domótica y la inmótica tiene que ver con la complejidad de sus actuadores: mientras que en la domótica los elementos son mucho más sencillos y económicos, además de orientados a funciones específicas; los productos utilizados en la inmótica suelen ser mucho más complejos, potentes y tienen un coste mayor.
Aunque ambos sistemas cuenten con grandes ventajas a la hora de automatizar y gestionar procesos, si nos centramos en los beneficios específicos de la inmótica, encontramos los siguientes:
Este tipo de automatización de sistemas permite la gestión eficiente de inmuebles de gran envergadura, por lo que las aplicaciones y las soluciones que nos ofrece son muy variadas.
Esta tecnología se aplica fundamentalmente para gestionar de forma eficiente el funcionamiento general de edificios tales como oficinas, hoteles, centros comerciales, barrios residenciales cerrados, distintas industrias e incluso otros edificios como hospitales y, en general, cualquier edificación terciaria. Desde un sólo dispositivo podemos controlar los siguientes elementos:
En general, todo aquello que se pueda automatizar se puede controlar gracias a la inmótica desde un solo lugar, proporcionando mayor confort, seguridad y facilidad a cualquier edificio. Por tanto, se trata de una herramienta perfecta para el mantenimiento de tu edificio mediante herramientas que estructuran, ordenan y ofrecen todos datos disponibles del inmueble de forma inmediata y actualizada a tiempo real. Consulta nuestros productos para mejorar la eficiencia y el ahorro en la gestión de tu inmueble, como nuestras herramientas BIP y COP, o ponte en contacto con nosotros para conocer más información al respecto. ¡Te esperamos!
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