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En las anteriores entregas hemos hecho un repaso sobre qué es el “gemelo digital”, las claves para implementarlo y cómo se puede convertir en una potente herramienta de gestión (“El BIM de los propietarios”).

De hecho, una de sus principales ventajas, es que permitirá avisar de cualquier futura avería, incidencia o anomalía y proceder a la comunicación de la misma.

Ese aprendizaje se realiza, principalmente, gracias a la sensorización que, con el apoyo del IoT recopilará los datos (Big Data). Esa información es procesada con Inteligencia Artificial, Cloud Computing y Machine Learning. Además, el arranque del 5G, va a incrementar exponencialmente su potencial.

Imaginemos que disponemos de un edificio en el que instalamos una serie de sensores que nos miden las precipitaciones y que, adicionalmente, se conectan con la agencia meteorológica para poder procesar si los datos que registra entran dentro de la normalidad por estar ante una gran precipitación o, por el contrario, el problema viene causado por problemas en el sistema de desagüe y, por tanto, emite una señal al centro de control. Eso nos permitirá uno de los temas que más ahorros y problemas puede evitar: la prevención.

Esa inicial prevención, con la acumulación de datos y el aprendizaje vía machine learning, se convertirá en otro elemento importante: la predicción.

Pero además de esa prevención y esa predicción, el “gemelo digital” facilita realizar simulaciones en el campo virtual sin tener que afectar al funcionamiento normal del edificio al mundo real para su implementación, pues el “gemelo digital” puede predecir virtualmente todo lo que sucederá en el mundo físico.

Estamos ante lo que se llama “Gemelos digitales de rendimiento” es decir, aquellos relacionados con la captura, análisis y operativa sobre bases de datos, que nos va a permitir, aprovechando toda esa información, tomar mejores decisiones.

Pero creo que también el “gemelo digital” recogida por nuestros sensores a otras plataformas, de manera que creemos un gran sistema de información de edificios. Así, Singapur dispone de un modelo digital para toda la ciudad que permitirá a diversos actores (sector público, sector privado, investigación o sociedad civil) utilizar la plataforma digital para desarrollar aplicaciones y realizar pruebas de concepto y de servicios sobre la copia virtual de la ciudad, investigar tecnologías que puedan resolver desafíos y tomar decisiones de planificación para la ciudad.

En todo caso, a pesar de las dificultades iniciales y estas barreras, el “gemelo digital” es una tecnología que aporta valor desde el primer momento al organizar y estructurar un proceso de recogida de datos de los edificios que gestionamos. Datos, que nos van a permitir conocer mejor dicho activo y que, con la utilización de otras tecnologías como el machine learning, harán más fácil la gestión de los edificios y nos permitirán centrarnos en tareas donde, como gestores, aportamos valor.