El impulso a la rehabilitación en la Agenda Urbana Española
11 enero, 2022
Posiblemente en los últimos 2 años hemos venido escuchando, cada vez con más intensidad, referencias a La Agenda Urbana Española (AUE). De dichas referencias se desprende, en pocas palabras que, dicha Agenda no es más que un documento estratégico, sin carácter normativo, y por tanto de adhesión voluntaria, que, de conformidad con los criterios establecidos por la Agenda 2030, la nueva Agenda Urbana de las Naciones Unidas y la Agenda Urbana para la Unión Europea persigue el logro de la sostenibilidad en las políticas de desarrollo urbano. Es decir, se trata de la hoja de ruta que va a marcar la estrategia y las acciones a llevar a cabo hasta 2030, para hacer de nuestros pueblos y ciudades ámbitos de convivencia amables, acogedores, saludables y concienciados. Constituye un verdadero “menú a la carta” para que todos los actores, públicos y privados, que intervienen en las ciudades y que buscan un desarrollo equitativo, justo y sostenible desde sus distintos campos de actuación, puedan elaborar sus propios Planes de Acción. Dentro de este “menú flexible” existe un marco estratégico que se estructura identificando un decálogo de Objetivos de primer nivel, que despliega a su vez, un total de 30 objetivos específicos. Todos ellos se acompañan, además, de unas líneas de actuación que aportan posibles alternativas para incidir en cada uno de los objetivos propuestos, a la vez que ponen a disposición de los actores últimos de la Agenda, aspectos prácticos para lograr su implementación.
Dentro de este decálogo hay varios objetivos que atienden de forma directa a la necesidad del mantenimiento de nuestros edificios, la rehabilitación y la regeneración urbana, conscientes de la situación y potencial del parque edificado español. Quizás el que se centre de forma más directa en dichas medidas es el denominado como Objetivo 02. “Evitar la dispersión urbana y revitalizar la ciudad existente” en el que se afirma que “…la planificación u ordenación del suelo debe perseguir estructuras urbanas compactas y polifuncionales, que prioricen los procesos de reciclaje de los tejidos urbanos ya existentes. […] Alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS y dar respuesta a muchas de las necesidades emergentes de la sociedad requiere, inevitablemente, una transformación muy significativa de todo el patrimonio construido. Nuestros edificios y espacios públicos fueron proyectados para situaciones, necesidades y formas de vida cada vez más alejadas de nuestro presente, y mucho más del futuro que se debe construir”. En pocas palabras en la AUE se considera que el principal capital para una edificación sostenible es la construcción que ya existe y relaciona la mejora energética de nuestros edificios y su eficacia con una mejor calidad de vida, objetivo principal de dicha Agenda. Luego la conservación, el mantenimiento y la rehabilitación de nuestros edificios constituyen un objetivo clave perseguido por al AUE.
Dentro de los objetivos específicos que desarrollan el Objetivo 02 se define uno de ellos como “mejorar la calidad y sostenibilidad de los edificios”. Entre las medidas que articula destacamos:
- Mejorar el estado de conservación, seguridad, mantenimiento de los edificios y la habitabilidad de las viviendas.
- Impulsar la mejora de la eficiencia energética del parque edificatorio existente con todas las medidas disponibles y posibles: fiscales, de agilización y simplificación de los trámites administrativos y mediante la puesta en marcha de campañas pedagógicas.
- Promover las Inspecciones Técnicas de Edificios o los Informes de Evaluación de los Edificios para fomentar la puesta en marcha de medidas preventivas que impulsen el mantenimiento preventivo y no sólo corrector o paliativo en los edificios.
- Utilizar mecanismos que permitan lograr sinergias entre los diferentes tipos de intervención en los edificios: mantenimiento, accesibilidad, eficiencia energética, etc. Se trata de potenciar la actuación integral sobre ellos.
- Emplear técnicas constructivas eficientes que garanticen el uso de materiales adecuados para los edificios y viviendas y que faciliten la reutilización. Se trataría de “construir para durar”.
- Impulsar el uso y la actualización del Libro del Edificio durante la vida útil del mismo. Fomentar el Libro del Edificio “existente” [RT1] en el que consten las reparaciones y rehabilitaciones realizadas a lo largo de su vida útil.
- Impulsar medidas que promuevan la participación de técnicos y empresas de rehabilitación y reforma, que cumplan con sus obligaciones profesionales, para garantizar un correcto diseño y ejecución, lo que redunda en la calidad, la seguridad y la tranquilidad.
También el Objetivo 4. “Hacer una gestión sostenible de los recursos y favorecer la economía circular”, el Objetivo 8. “Garantizar el acceso a la vivienda” y el Objetivo 10. “Mejorar los instrumentos de intervención y gobernanza” atienden a la necesidad de intervenir en el mantenimiento y la rehabilitación del parque de viviendas existentes.
Como podemos ver, el mantenimiento, la conservación y la rehabilitación están presentes en al menos el 40% de los Objetivos de la AUE y supone una política que “en cascada” proviene desde la Agenda 2030, la nueva Agenda Urbana de las Naciones Unidas y la Agenda Urbana para la Unión Europea. En todas ellas la atención a los tejidos existentes y sus edificios impulsan uno de los vectores principales de trasformación del modelo de ciudades al que aspiran dichas estrategias para los próximos años. No puede ser de otra forma. El lugar donde vivimos, nuestra casa, nuestro hogar, es la base fundamental para lograr una mayor calidad de vida para todos.
Dr. Arquitecto, Profesor de la ETS de Arquitectura de Valencia. Subdirector del Departamento de Urbanismo. Director académico del Máster en «Sistemas de Información Geográfica aplicados a la Ordenación del Territorio, el Urbanismo y el Paisaje» (UPV) y del Diploma de Especialización en «Rehabilitación y Regeneración Urbana» (UPV-IVE-GV).