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Claves para entender la factura eléctrica

9 abril, 2019

Entender la factura eléctrica puede resultar una tarea complicada para la mayoría de las personas. Cuando llega la factura solemos mirar directamente la cantidad final a pagar y sólo nos detenemos para intentar descifrarla cuando el importe es más elevado de lo habitual. Por este motivo aquí os indicamos las claves a tener en cuenta para entender la factura eléctrica.

  • La potencia eléctrica (Ver punto 1): Es un coste fijo que se paga por el hecho de tener electricidad en la vivienda. Esta cifra siempre se paga, independientemente de si se consume o no y se calcula multiplicando los Kw contratados, por el término de potencia y por los días que tiene el mes. Cuanto más Kw se contraten más se pagará, pero se podrán poner en marcha más electrodomésticos de forma simultánea sin que exista un exceso de potencia (y salten las protecciones eléctricas). Resulta importante para ahorrar dinero tener la potencia optimizada a lo que realmente se va a demandar.

 

  • Energía -consumo eléctrico- (Ver punto 2): Es variable y depende de lo que se consume en la vivienda durante el periodo de facturación y de las condiciones económicas que tenga la tarifa que tenemos contratada. Hay tarifas con discriminación horaria, en las que consumir durante ciertos periodos del día sale más económico, mientras que hay otras tarifas con un precio fijo por kWh o incluso precios variables cada hora, según el coste del mercado de la luz. Existe también la energía “reactiva”- que suele causar bastante confusión- es la energía que no es útil, pero ocupa la red y a veces hay que pagar el coste que eso implica. Los aparatos que consumen esta energía suelen ser industriales, pero también pueden hacerlo los ascensores y los fluorescentes. En el consumo particular seguramente no verás este concepto en tu factura.

 

  • Impuesto eléctrico (Ver punto 3): Es un impuesto, diferente al IVA, que se aplica sobre todos los conceptos descritos anteriormente. Para calcularlo pondremos un ejemplo:

 

  • Imaginamos que gastamos 12€ de potencia al mes, sumamos 9€ de consumo, resultan 21€. Los 21€ se multiplican por el % del impuesto eléctrico que es 4,864% es igual a 1,02€, esto se multiplica por una base imponible de 1,05€ y el resultado es 1,7€ que es lo que se deberá pagar.
  • El porcentaje aplicado es el mismo para todos, cuanta más energía se consuma y se contrate, más se pagará.

 

  • Otros conceptos (Ver punto 4): En este apartado suelen ir costes como el alquiler del contador- es el alquiler mensual del contador salvo que se tenga uno propio- u otros costes que la comercializadora pueda aplicar por la tarifa que se ha contratado. Algunas empresas, por ejemplo, ofrecen servicios de seguro, de reparaciones, etc. Hay que revisar bien estos conceptos, pues en ocasiones la utilidad de los servicios contratados es discutible y jamás los utilizaremos (y sin embargo habremos pagado cada mes X euros).

 

  • IVA (Ver punto 5): El 21% de IVA se suma a los importes de las partidas anteriores y resulta el importe final de la factura.

Si se conocen bien las partes que conforman el recibo de la luz ya no resulta tan difícil su interpretación. Algunas comercializadoras pueden añadir más información como es el ejemplo de las empresas que comercializan energías renovables que incluyen la procedencia de la luz e impacto medioambiental.

Desde SENSEDI no solo ayudamos a nuestros clientes a interpretar la factura eléctrica, sino que vamos allá y la analizamos comparándola con distintas tarifas de compañías eléctricas comercializadoras, junto con un análisis de optimización de potencia, para encontrar aquella que permita disminuir el coste anual en electricidad.